Hace mucho tiempo, cuando en Europa solo se reconocía la belleza de los inmensos reinos del clásico ballet, existió un pintor de bailarines que viajaba día y noche con el fin de encontrar el mejor lienzo y imágenes más autenticas para su nueva obra. Fue así como Conoció los templos del yoga, del taichi, el ballet, el folclore e investigo sobre temas políticos, sociales, biológicos y demás para su creación, pero aun así sentía que algo le faltaba y se acordó que no había visitado aquel templo que poco a poco los grandes bailarines han ido olvidando, el artista cerró los ojos y jugando a soñar que jugaba viajo por la época de su infancia toda la noche. Al despertar, se dio cuenta que en su mano derecha habitaban cinco manchas de color y que de su mano izquierda aparecían y desaparecían los pinceles y la brochas según el lo deseara.
Dicen que aquel artista se ubico detrás de un gigante marco de fina madera y allí comenzó a pintarse y a dibujar su cuerpo por el espacio. Saltando girando dando botes y salpicándose por el suelo los movimientos de aquel hombre construían formas que se entremezclaban con el ritmo la armonía y las maravillosas ideas recogidas en sus pasados viajes. Hace mucho tiempo, cuando en Europa solo se reconocía la belleza de los inmensos reinos del clásico ballet, existió un pintor de bailarines que viajaba día y noche con el fin de encontrar el mejor lienzo y imágenes más autenticas para su nueva obra. Fue así como Conoció los templos del yoga, del taichi, el ballet, el folclore e investigo sobre temas políticos, sociales, biológicos y demás para su creación, pero aun así sentía que algo le faltaba y se acordó que no había visitado aquel templo que poco a poco los grandes bailarines han ido olvidando, el artista cerró los ojos y jugando a soñar que jugaba viajo por la época de su infancia toda la noche. Al despertar, se dio cuenta que en su mano derecha habitaban cinco manchas de color y que de su mano izquierda aparecían y desaparecían los pinceles y la brochas según el lo deseara.Dicen que aquel artista se ubico detrás de un gigante marco de fina madera y allí comenzó a pintarse y a dibujar su cuerpo por el espacio. Saltando girando dando botes y salpicándose por el suelo los movimientos de aquel hombre construían formas que se entremezclaban con el ritmo la armonía y las maravillosas ideas recogidas en sus pasados viajes.Cuentan que desde entonces en aquel mundo habitado por los inmensos reinos del clásico ballet, a este pintor se le empezó a reconocer más por sus bailes que por sus mismos cuadros, por eso fue bautizado como uno de los creadores de una de las obras de arte mas reconocidas en la actualidad denominada danza contemporánea.
Cuentan que desde entonces en aquel mundo habitado por los inmensos reinos del clásico ballet, a este pintor se le empezó a reconocer más por sus bailes que por sus mismos cuadros, por eso fue bautizado como uno de los creadores de una de las obras de arte mas reconocidas en la actualidad denominada danza contemporánea.
JOHANNA ÁLVAREZ
